A partir de noviembre saldrá más caro pagar en cuotas con tarjetas de crédito. La decisión fue reglamentada en el Boletín Oficial a raíz de una inflación de dos dígitos por segundo mes consecutivo. La escalada inflacionaria, que roza el 140% a nivel interanual, repercute tanto en la suba de la tasa de interés para las compras en cuotas como en el costo del refinanciamiento de los saldos.
La refinanciación de la tarjeta de crédito subirá del 107% al 122% nominal anual (TNA), porcentaje que aplica a importes menores a $200.000 o U$S200. Sin embargo, el Costo Financiero Total (CFT), lo que finalmente vendrá en el resumen, se ubicará en torno al 302,8% aproximadamente.
Financiamiento a corto plazo
Los usuarios deberán tener en cuenta que pagar el mínimo, solicitar adelanto de efectivo o pagar en cuotas por fuera del programa Ahora 12 implicará manejar estos números en el presupuesto. Para este último plan de pagos se extiende la lógica del financiamiento a corto plazo, ya que el Ahora 3 continúa siendo la opción más elegida.
En el caso de los consumos que superan los $200.000 o U$S200, la tasa aplicada se adhiere a la regulación por Ley de Tarjetas de Crédito. Los intereses aplicados no podrán superar el 25% de la tasa que las entidades financieras apliquen a préstamos personales. Es por eso que el CFT dependerá de cada banco, siendo más costoso el financiamiento en entidades privadas en comparación a las públicas.
Se gasta más de lo que ingresa
Los expertos advirtieron que siempre es aconsejable la menor tasa, pero hay que tener en cuenta que el próximo mes tenga el flujo para atenderlo. Parece obvio pero si todos los meses se gasta más de lo que ingresa y se acumula más deuda, por más que esté financiada a una tasa negativa puede que en algún momento haya dificultades para atender.
Una cosa es endeudarse para adquirir bienes y otra para financiar gastos corrientes. En este caso hay que preocuparse por la estructura de gastos más que por la manera se financiarlos.